La vida productiva de las cerdas depende de su calidad genética, la alimentación y los cuidados que hayan tenido en sus etapas.
La industria porcina colombiana ha alcanzado altos estándares de productividad gracias a la gran calidad del hato, a las buenas prácticas y a la tecnificación de sus procesos.
Si bien algunas etapas de la vida de hembras y machos parecieran menos importantes, lo cierto es que todas son fundamentales para la obtención de óptimos resultados económicos de las granjas.